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El medio ambiente y el espacio que degradamos

En primer lugar, nuestro planeta, La Tierra, es el único lugar que que conocemos donde hay seres vivos. Es el tercer planeta más cercano al sol y el único en nuestro sistema solar que tiene agua líquida en la superficie, siendo sólo el quinto más grande. Es el planeta más grande de los cuatro más cercanos al sol, todos ellos compuestos de roca y metal, y es solo un poco más grande que su vecino Venus. Hace aproximadamente 4.500 millones de años, cuando se formó el sistema solar en su configuración actual, el tercer planeta, La Tierra, fue creado cuando la gravedad atrajo hacia sí, gas y polvo que giraban en suspensión. La tierra tiene una corteza sólida, un manto rocoso y un núcleo central, igual que sus hermanos, los llamados planetas rocosos.
Como el resto de planetas de nuestro sistema solar, La Tierra contiene montañas, valles y volcanes. Cerca del 70% de la superficie del mundo está cubierta por el oceano global, que tiene una profundidad media de unos 4 kilómetros.
La atmósfera de la tierra está formada por un 78% de nitrógeno, un 21% de oxígeno y un 1% adicional de otros gases, como el neón, el dióxido de carbono y el argón cerca de la superficie. La atmósfera influye en el clima local de La Tierra a corto y largo plazo y protege a los humanos de la mayoría de peligros de la radiación solar. Además, nos escuda de los meteoróides, pues la mayoría arden en la atmósfera antes de golpear contra la superficie, como los meteoritos que aparecen como meteoros en el cielo nocturno.
El clima y composición química favorables de la tierra, han propiciado la abundancia de vida en este planeta. Y lo que es más importante, dado que la temperatura del planeta permite que exista el agua en estado líquido durante largos periodos de tiempo, la tierra es única en el sentido de que la mayor parte de nuestro planeta está cubierta de agua. Hace unos 3.800 millones de años, los inmensos océanos de la Tierra ofrecían un escenario ideal para la aparición de la vida.
Todos estos factores dan lugar a una gran biodiversidad en la tierra. Se denomina biodiversidad al conjunto de todos los seres vivos, incluyendo, plantas, animales, microorganismos y personas.
Nosotros somos una de estas especies conocidas, el ser humano. En la tierra, los humanos evolucionamos desde simios extintos y desde una perspectiva zoológica, se nos considera Homo Sapiens: una especie erguida, que vive en el suelo y que apareció por primera vez hace unos 315.000 años.
En el año 10.000 a.C, en el momento de la Revolución Agrícula, había solo entre 5 y 10 millones de humanos en la tierra. En el 1800, cuando comenzó la Revolución Industrial había ya, aproximadamente, 1.000 millones de personas en el planeta. En el siglo XIX, el aumento de la población se vio impulsado por la continua expansión agrícola, la explotación de combustibles fósiles, y la explotación minera. En definitiva, en poco más de 200 años la población humana ha aumentado en casi 6000 millones y en la actualidad ronda los 7900 millones de habitantes.
Ese enorme aumento de la población en un lapso de tiempo tan corto causó un gran problema. Para alimentar a toda esa población, el ser humano tuvo que invadir la naturaleza: transformar bosques en campos de cultivo, destruir hábitats naturales para la producción ganadera, transformar los mares en caladeros y los pueblos en grandes ciudades industriales. Esta situación dio lugar a emisiones nocivas en cantidades tan grandes que la naturaleza no puede absorber y está provocando la emergencia climática que sufre el planeta en estos momentos.

El Medioambiente

El medioambiente no es estático, puede cambiar debido a causas naturales y/o antropogénicas, o lo que es lo mismo, naturales o humanas.

Causas Naturales

Hay varias causas naturales que han afectado al medioambiente de este planeta por millones de años, erupciones volcánicas, terremotos, huracanes, inundaciones, incendios forestales o tormentas de arena son solo algunas de ellas y todas afectan al medioambiente. Sin embargo, estas tuvieron consecuencias muy diferentes antes y después del crecimiento de la población humana.
Antes de la aparición del ser humano, todas estas catástrofes naturales no eran problemáticas para el medioambiente. Las erupciones volcánicas creaban nuevas islas y hábitats, y la ceniza de las erupciones es extremadamente fértil y nutritiva para las hábitats debido a sus nutrientes clave, como el hierro, el calcio, el magnesio, el sodio, el potasio y muchos otros.
Las inundaciones distribuyen y depositan sedimentos fluviales en grandes extensiones de terreno anegadas de agua dulce. Además, transportan y dejan caer sedimentos ricos en nutrientes en esos humedales, donde sustentan la vida vegetal y animal.
Los incendios forestales son útiles en algunos aspectos: eliminan la maleza de bajo crecimiento, limpian el suelo de árboles muertos y hojas, lo exponen al sol y nutren el suelo. Los árboles existentes pueden volverse más fuertes y sanos al reducirse la competencia por los recursos.
Y las tormentas de arena en África transportan nutrientes a través del Océano Atlántico y nutren los suelos forestales de Sudamérica como el Amazonas.
Sin embargo, hoy en día algunos de estos fenómenos ocurren con mucha mayor frecuencia que antes de que la población humana se disparara, convirtiéndose en desventajosos y destructivos para los hábitats, animales y los propios seres humanos.

Causas antropogénicas

Es la acción humana en el medio ambiente. En el pasado, estos cambios eran insignificantes. Sin embargo, a partir del siglo XIX y más especificamente del siglo XX, han ganado importancia, debido al incremento de la población y del consumo.
Desde los primeros ancestros de nuestra especie, la actividad humana ha tenido impacto en el medio ambiente. Pues, desde el comienzo de la existencia del Homo Sapiens en el planeta, los humanos han cambiado el medioambiente a su alrededor, a través de la agricultura, los viajes y, con el tiempo, la urbanización y las redes económicas. La magnitud de nuestro impacto en el medio ambiente en este momento de la historia física del planeta lleva a los expertos a concluir que ya no existe una “naturaleza pristina” o un ecosistema libre de la interferencia humana.

Agricultura y Animales Domésticos

La agricultura es la primera invención humana relevante. Permitió nuestra supervivencia como especie y ha tenido notables avances gracias a la necesidad de alimentar a una población siempre creciente. Las civilizaciones de cazadores-recolectores fueron capaces de asentarse y cultivar sus propios alimentos gracias a la agricultura primitiva. Al introducir especies no autóctonas en nuevos hábitats y favorecer el cultivo de determinadas plantas y animales en detrimento de otros, influyó negativamente de forma inmediata en el medioambiente.
La domesticación de animales y otras especies tuvo un gran impacto negativo en el ecosistema al transformar la superficie terrestre. El pastoreo contribuyó a los cambios en el medioambiente, provocando la erosión del suelo y la pérdida de pastos autóctonos. Además, ahora sabemos que el rápido aumento del ganado bovino para satisfacer la demanda nutricional humana, ha provocado cambios significativos en la composición de los gases en la atmósfera. [3]

Deforestación

A medida que hay que dar cabida a más personas, las ciudades y viviendas deben construirse en espacios más grandes. Esto implica, a menudo, la eliminación de bosques para producir materiales de construcción y crear espacios para la expansión urbana y suburbana.
Entre las consecuencias de la deforestación incluyen, la reducción de los niveles de oxígeno (y aumento de los gases de efecto invernadero), el mayor riesgo de erosión del suelo, y la destrucción de hábitats animales.
En todo el mundo, más de 15.000 millones son talados anualmente. En pocas palabras, no es ni prudente, ni sostenible para las personas, los animales o el medio ambiente.
Los bosques influyen significativamente en el régimen de lluvias, la calidad del agua y el suelo y como protección para las inundaciones. Los bosques sustentan directamente los hogares y los medios de subsistencia de millones de personas.

Contaminación Atmosférica

Las acciones humanas tienen impacto en el ecosistema al contribuir a la contaminación atmosférica o a la emisión de compuestos peligrosos a la misma y, aunque puede ser complicado determinar que contaminantes están relacionados con que efectos concretos sobre el medioambiente o la salud púlica, se reconoce ampliamente que la contaminación admosférica puede tener efectos negativos tanto en la vida animal como en la vegetal, además de conllevar problemas de salud pública.
La contaminación atmosférica es un solo tipo de contaminación. Puede proceder de residuos humanos, productos químicos industriales u otras fuentes y repercutir en el suelo o los ríos. Estos contaminantes pueden tener un impacto enormemente negativo en el medioambiente, causando problemas como la lluvia ácida y el crecimiento de peligrosas algas en el océano, además de daños otros medioambientales.
Nuestro consumo de combustibles fósiles y su asociación con las emisiones de CO2 es una de las formas en las que las personas tenemos más impacto en el medioambiente. Investigaciones recientes muestran que las emisiones de CO2 están conectadas con la pérdida del efecto sumidero de carbono de las tierras forestales (debido a la deforestación) y la presencia de materia particular en el aire. Esto es especialmente cierto cuando las emisiones se combinan con las partículas existentes en el aire y el deterioro de la capa de ozono de la Tierra.

Contaminación de las aguas

La contaminación de las aguas se refiere a la alteración de las mismas por una cantidad excesiva de substancias que pueden resultar perjudiciales tanto para las personas como para el medio ambiente. La cantidad del contaminante, su efecto en el medioambiente y como se utiliza el agua influyen en el grado de contaminación de esta. Los procesos químicos, biológicos y físicos pueden producir contaminantes. La contaminación de las aguas puede ser, ocasionalmente, el resultado de procesos naturales, como erupciones volcánicas o procesos de evaporación, pero la mayoría de la contaminación viene de la actividad humana sobre la tierra.
Cuando el agua contaminada viaja por el ciclo del agua, los contaminantes viajan con ella. Los contaminantes pueden llegar al agua directamente a través de vertidos, tanto legales como ilegales de las fábricas, como de instalaciones inadecuadas de tratamiento de aguas. Los suministros de agua pueden ser dañados por vertidos y fugas de oleoductos y buques. Los desechos pueden llegar a los ríos debido al viento, las tormentas y la basura, especialmente cuando se trata de residuos plásticos.
Todas las causas descritas arriba nos llevan a lo que hoy llamamos emergencia climáticas. El clima siempre ha tenido impacto en las personas y, a pesar de la abundancia y la tecnologia de las naciones industriales contemporáneas, el clima continúa teniendo un impacto fundamental en el bienestar de la humanidad. La ubicación del hogar de alguien, su dieta, sus medios de transporte y sus actividades de tiempo libre están todas influenciadas por el clima.
El clima controla la producción de alimento, la cantidad de agua disponible, cuanta energía se usa, como se propagan las enfermedades y otros factores que afectan a la salud y el bienestar humanos. Además, tiene impacto en la capacidad de los ecosistemas para generar productos y servicios para las personas y las otras especies con las que coexistimos en el planeta. Las acciones humanas tambíén tienen impacto en el clima. Las evidencias científicas de que la tierra se está calentando son abrumadoras. Como se demostrará en los capítulos siguientes, numerosas pruebras demuestran también que las acciones humanas, en particular la quema de combustibles fósiles y otras actividades que producen en la atmósferas gases de efecto invernadero que atrapan el calor, son la causa principal de este calentamiento.
Las previsiones sobre el cambio climático muestran que, a menos que se tomen medidas importantes y persistentes para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero la tierra continuará calentándose. El aumento del nivel del mar, los cambios en la química de los océanos y las variaciones en la frecuencia y gravedad de las olas de calor, las precipitaciones y sequías son sólo alguno de los numerosos cambios en el sistema de la tierra, relacionados entre si y causados por el aumento de las temperaturas y de las concentraciones de gases de efecto invernadero.
Los sistemas humano y natural están ambos en peligro como resultados de estos cambios. Podemos anticipar, razonablemente, que el efecto del cambio climático será más grave si no se toman medidas para limitar su magnitud y adaptarse a sus efectos, a pesar de que los detalles de como se manifestarán los futuros impactos del cambio climático no se conocen tan bien como sus causas y mecanismos fundamentales.

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At the end of the post there is a cloud shaped object where our audience can click to follow worksheet. After reading about environment and space we degrade, try answering on some questions:

Ficha de trabajo

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